Spain is different
Al terminar su carrera de Derecho, uno de los ahora fiscales de Murcia sentenciaba:
"si hubiera conocido la Ley antes de empezar a estudiar, habría sido delincuente".
Es cierto que cada día hay más policías patrullando la ciudad, más agentes al quite de qué coches están mal aparcados o cuáles corren más. Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que atienden órdenes directas de no inmiscuirse en según que asuntos. "Lo cierto es que si hago bien mi trabajo, me cae una bronca", es una de las frases de uno de los nuevos Locales de la capital regional. Durante más de 40 minutos, ejemplificaba sin cesar cuán politizada y medida está nuestra Seguridad Ciudadana. Eran muchos los casos en los que los ciudadanos, al ir a ser multados por diversas infracciones, acudían voz en grito a sus influencias políticas, o 'poderosas', a fin de evitar la sanción. Eso, se piensa, no consigue efecto alguno. Pero la verdad es que, en según que ocasiones, sí que resulta.
Tal es el ejemplo del padre de una política regional. Después de haber desobedecido a la autoridad en tres ocasiones (no quería apartar el coche que impedía el paso del autobús escolar porque, decía, estaba esperando a su nieta) y tras haberse dado a la fuga atropellando en la huída a dos guardias civiles (al que le cortaba el paso por delante y al de atrás, dando marcha atrás efectivamente), los agentes que le perseguían recibieron una llamada de un superior que portaba la orden de "parad inmediatamente". Y así lo hicieron, ante la rabia y el estupor de ver a dos compañeros tendidos en el suelo. Las palabras siguen saliendo atropelladamente de su boca. Frente a él, un compañero asiente en silencio. "Recuerdo un día que multé por aparcar en una parada de autobús a un español y a un alemán", el alemán tenía un jaguar, los otros un Ford Fiesta. Mientras que el español discutía acaloradamente durante media hora con el policía, el alemán, después de pedirle perdón por la infracción, sólo preguntó al agente por la manera de pagar la multa.
Y con hipocresía en la calle muchos ciudadanos se quejan de la prepotencia y la 'chulería' de estos agentes. Muchos dudan de sus ganas de trabajar, de su intención de hacer más segura la ciudad. Y es cierto que algunos no buscan eso, como en todos los trabajos. Sería más fácil tratar a un policía teniendo en cuenta que es una persona trabajando, a la que hay que tenerle respeto por el cargo que ocupa, sí, pero sobre todo una persona.
Pero bueno, "Spain is different", ¿no agente?