Huelga en España: causas y consecuencias

La historia nos demuestra que la huelga es un derecho del trabajador poco influyente 
para el Gobierno. Solo en 1988 y 2002 logró un giro en las reformas.


Uno de los problemas que más ha preocupado a los españoles a lo largo de la democracia ha sido el paro. Desde 1985 hasta 1999, donde la preocupación por el desempleo llegó a un 94%, según datos del CIES, España vivió cuatro huelgas generales. Es a partir de septiembre de 2000, con la preocupación social por el paro en un 60%, cuando la sociedad española desvía hacia el terrorismo su principal inquietud.
El paro permanece en segundo plano hasta julio de 2008. Entonces, cinco de cada diez personas comienzan de nuevo a situarlo como el mayor mal de país. Los últimos datos, que muestran a ocho de cada 10 españoles preocupados por el paro, coinciden con la última huelga general en el país.

La falta de trabajo para la población activa en épocas de vacas flacas ha ido creciendo desde la primera huelga en 1987 (722.000 parados, según datos del ministro de Trabajo de la época, Calvo Ortega). Hoy en día (7/10/10) hay más de cuatro millones de parados en España, según las últimas cifras. 

La influencia de las huelgas generales en España
La historia nos ha mostrado de qué manera las huelgas generales han influido en la política de España. Y la lectura que extraemos al echar un rápido vistazo sobre sus consecuencias en el curso de la política es clara: apenas apreciable. Una de las razones a las que se puede atribuir su falta de fuerza es al poco seguimiento que han tenido por parte de los ciudadanos. Y es que, a excepción de la huelga de 1988, el resto ha contado con un seguimiento no demasiado estridente. Otra de las cuestiones es que la mayoría de las huelgas fueron convocadas a ley pasada, es decir, una vez el Gobierno había tomado ya el rumbo de su política. Pese a los avances informativos que en cada una de las legislaturas se han ido produciendo. No obstante, sí podemos encontrar en la historia de España algún cambio de rumbo político tras la presión social que conlleva una huelga.


  • La reforma laboral de Felipe González: La huelga más notable  en términos de participación social hasta octubre de 2010, fue la convocada el 14 de diciembre de 1988 contra la reforma laboral de Felipe González. Un paro de siete millones de españoles, según los sindicatos, reclamaba la retirada del Plan de Empleo Juvenil aprobado por el Consejo de Ministros el 28 de octubre de 1988. Entonces, España contaba con algo más de un millón y medio de parados jóvenes. La magnitud de la huelga fue tal que el día previo a la misma se batieron los récords en alquiler de películas de videoclub. Panaderías, estancos, transportes, todo pareció quedar en suspense durante la jornada. Tal revuelo tuvo al final su celebración que el Gobierno retiró el Plan de Empleo presentado y aprobó el Real Decreto Ley 3/1989 de medidas adicionales sociales. El Gobierno de González equiparó la pensión mínima al salario mínimo interprofesional, además de aceptar el control sindical de la contratación laboral.
  • El subsidio de desempleo de Aznar en 2002: En junio de 2002, convocados por UGT y CCOO contra la reforma del subsidio de desempleo del Gobierno de José María Aznar, más de dos millones de personas se lanzaron a las calles. Pedían la suspensión del Real Decreto-Ley presentado el mes anterior, el cual es retirado en octubre del mismo año. El ministro de Trabajo de entonces, Juan Carlos Aparicio, sufre también las consecuencias al ser sustituido por Eduardo Zaplana. Éste pactó con los sindicatos una nueva reforma laboral.
Aparte de las huelgas de 1988 y 2002, España ha vivido cinco huelgas en democracia hasta octubre de 2010. El paro, las reformas laborales y la amenaza de la prosperidad de las pensiones han sido los baluartes por excelencia en todas ellas. Los dirigentes del país, a excepción de los años 1988 y 2002, continuaron con las políticas aprobadas a pesar de la desaprobación por parte de los ciudadanos.

La huelga del 29-S en España contra el recorte de las pensiones
Una de las primeras leyes que vieron la luz en época de confrontación fue la Ley 26/1985 de 31 de julio. En ella se reformaban asuntos tan actuales como el periodo mínimo de cotización exigible, cuyo artículo 2 situaba entonces en quince años. Conocida de manera coloquial como el Recorte de Pensiones, la ley fue aprobada en julio, después de la huelga convocada por CCOO en junio.

En la actualidad (octubre 2010), tras la huelga del 29 de septiembre de 2010, parece repetirse la historia tal y como la hemos conocido. Los datos de seguimiento bailan entre Gobierno y sindicatos. La huelga llega tiempo después de la primera propuesta de reforma del Gobierno. La preocupación por el paro lleva aumentando tres años entre la población. Todos ellos, factores que en crisis anteriores confluyeron. Y que parecen adelantar el futuro panorama de España.

* Artículo de propia autoría publicado en Suite101 el 7 de octubre de 2010 y retocado en ELbailedelpescao el 7 de febrero de 2013. 

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