De lo bello ex-desconocido...
En un día tan soleado como hoy, bien merece echar la vista atrás hacia los meses de verano para reflexiones de invierno. Y así he llegado, casi sin querer, a un momento playero en Águilas hace ya tres años. Domingueramente, mis amigos y yo tomábamos una de las calas que bordean la playa Amarilla de este pueblecito pesquero de Murcia y nos disponíamos a disfrutar, como nuestros padres nos enseñaron, de las maravillas gratuitas que ofrecía la naturaleza. Y todo, en una postal inmejorable con la isla del Fraile al frente y los centímetros justos de arena para estirar las toallas en ese recoveco marino. Tan bonito que en los planes del verano pasado, tampoco podía faltar.
Ya habían pasado tres años desde ese día playero frente a la isla del Fraile sin haber vuelto porque en el lugar se estaba levantando una chic construcción para gente pudiente. Y claro, los accesos para el populacho (¡oh, malditos!) a las playas se encontraban cerrados u ocupados por excavadoras dispuestas a cambiar el perfil de nuestra costa. Un reto que al final consiguieron a la perfección, ya que en mi búsqueda anual de aquella cala, se me iban cerrando los accesos y las posibilidades de que aún estuviera con vida. Pero, ¡milago!, cuando al fin, este agosto, la veo allá al fondo, donde siempre debió estar (y pública, no como otros deseaban...). Solo que ahora era fácilmente accesible gracias a una carretera impoluta que desembocaba justo a su espalda. Lo ideal para propiciar incursiones nocturnas a adolescentes tecnológicos sin amor por la naturaleza más allá que para explotar al máximo sus recursos y, consecuentemente, un lugar ya transformado en un pequeño vertedero de cristales y papeles.
Aún no he entendido la relación directa entre "accesible" y "caduco" o entre "lugar público" y "guarreoloquequiero", como parece que sí hacen otros. De momento, y a pocos meses de que el gentío llegue a puntos similares a este de todo el litoral español, solo me queda desear que doña Conciencia y don Sentido Común hagan su aparición en los próximos meses por la hermosa Águilas (y así, en general, en todas partes), a fin de que esta y sus preciadas playas sigan siendo tesoros a la vista como el que encontramos años atrás.